Cómo incluir opciones sin gluten, sin lactosa y otros requisitos dietéticos en tu boda

Organizar una boda es un proceso emocionante y complejo en el que se deben cuidar muchos detalles para que todos los invitados disfruten plenamente del evento. La selección del menú es un aspecto crucial, especialmente con el aumento de personas con restricciones dietéticas como intolerancias y alergias alimentarias. Pensando en estas necesidades, te ofrecemos consejos sobre cómo planificar un menú que todos puedan disfrutar.

El éxito en el manejo de las restricciones alimentarias en grandes eventos a menudo depende de la elección adecuada de un catering para bodas. Este debe ser competente y estar preparado para adaptarse a diversas necesidades dietéticas, garantizando que cada platillo no solo sea seguro, sino también delicioso y atractivo.

La importancia de considerar las alergias e intolerancias alimentarias

Es cada vez más común que algunos de los invitados tengan restricciones alimenticias, como la enfermedad celíaca, que requiere una dieta sin gluten, o la intolerancia a la lactosa, que impide el consumo de lácteos. Las alergias a frutos secos también son frecuentes y su manejo inadecuado puede causar serias complicaciones.

Planificación previa: conocer las necesidades de tus invitados

Es crucial identificar con anticipación las necesidades dietéticas de tus invitados. Esto se puede hacer eficazmente mediante un sistema de confirmación que incluya un apartado para que los invitados puedan señalar cualquier alergia o intolerancia alimentaria. Esta información es invaluable para preparar con antelación un menú que se adapte a estas necesidades.

Crear un menú inclusivo

Aperitivos y pasabocas

Iniciar el evento con aperitivos libres de gluten, lactosa y frutos secos permite que todos los invitados disfruten desde el comienzo. Algunas opciones pueden incluir mini porciones de gazpacho, sushi variado, papas al mojo y pinchos de queso sin lactosa con tomate y jalapeño. Para sabores más exóticos, se pueden ofrecer langostinos con aguacate y maracuyá, o tacos de salmón adornados con alga wakame.

Platos principales

Es vital ofrecer una variedad de platos principales que sean seguros y apetitosos para todos. Opciones como el salmón al horno acompañado de verduras, berenjenas con salsa de tomate o pollo horneado con papas espolvoreadas con pimentón pueden ser ideales. La ternera al jerez o el cochinillo asado son opciones delicadas que, preparadas correctamente, pueden ser disfrutadas por todos.

Postres

Los postres representan un desafío que, con creatividad, puede superarse. Alternativas como sorbetes de frutos rojos, cócteles de frutas con nata a base de leches vegetales o un chococake sin harina son perfectas. Los pasteles de boda se pueden elaborar usando leches de origen vegetal como coco, almendra o soja, permitiendo que todos los invitados culminen la comida con un dulce broche de oro.

Precauciones en la preparación

Preparar un menú que excluya el gluten, la lactosa o los frutos secos requiere atención meticulosa más allá de la elección de los ingredientes. Es fundamental que la cocina y el personal estén capacitados y equipados para manejar estas restricciones, lo que incluye utilizar utensilios y áreas de cocina dedicadas para evitar la contaminación cruzada.

Comunicación con el proveedor de catering

Mantener una comunicación clara y continua con el servicio de catering para bodas es esencial. Debes asegurarte de que comprendan completamente las restricciones alimentarias de tus invitados y que estén dispuestos a adecuar el menú como sea necesario. Muchos caterings especializados en bodas ya tienen experiencia en estas adaptaciones y pueden proporcionar valiosas recomendaciones para asegurar que el menú sea inclusivo y exquisito.